Cuándo mi amiga Mónica me preguntó si quería una cajonera vieja que ya no usaba y que buscaba nuevo dueño, dudé un poco porque la verdad es que mi casa ya tiene todos los muebles que necesita para ser funcional, incluso alguno extra 😉
Pero parece que mi amiga me conoce muy rebién y sabe lo que me mola y con sólo una frase me convenció de inmediato:
Y es que un mueble de madera, con historia, con huellas del paso del tiempo ya me conquista, pero si es un mueble portugués, me enamora al instante ♥
Así que fui a por él hace ya unas cuantas semanas pero hasta ahora no había tenido tiempo de darle un lavado de cara para que encajara en mi cuarto de estar. Hoy le he dedicado una tarde entera.
Si, una tarde nada más porque con las fantásticas chalk paint (más info sobre estas pinturas aquí) es que esto de los cambios de look express es verdaderamente cosa de un pestañeo. Yo no lijo ni un poquito (a no ser que la madera esté estropeada en algún punto). Le paso un trapo con aguarrás o alcohol de quemar y a pintar!!
Como decoración, he hecho unas sencillas plantillas de números que le han dado un toque diferente a la cajonera. Los números los he pintado del mismo color que usé hace unos meses para pintar la alacena que comparte espacio con la cajonera y así hay armonía en ese espacio.
¿Has probado ya las pinturas estas a la tiza? ¿Te han convencido como a mi?
Cuéntame !!