Esta semana he tenido la suerte de tener entre mis manos otra preciosa lámpara Tiffany que había sufrido unos desperfectos y necesitaba que le echara una mano para volver a lucir así de bonita.
Esta lámpara tiene una historia alucinante, ha viajado hasta los verdes valles de Cantabria en una maleta desde California!! Y sólo se han roto unos cuantos cristalitos en el proceso.
En realidad rotos, rotos, que había que cambiar sí o sí, sólo había 4 cristales. Todo un milagro.
Y luego había otros muchos (12) con gritas y pequeños desconchones.
Para abaratar el coste de la reparación, hemos cambiado los 4 cristales que estaban destrozados, y al resto le hemos dado una capa de resina por el interior y el exterior para que no se rompan mas y para dejar la superficie de nuevo bien lisa y segura al tacto.
Quitar un cristal en mal estado es un trabajo lento y delicado porque hay que aplicar mucho calor para fundir de nuevo el plomo que rodea a la pieza rota, pero si te pasas, puedes dañar la sujeción de los cristales cercanos y hasta de la estructura general de la lámpara. Así que hay que ir muy poco a poco.
Un toque al florón que también se había abollado un poco, un repaso a la soldadura de algunas piezas que se había levantado y una limpieza general y ya ves lo bonita que ha quedado.
No te parece?
Otros ejemplos de lámparas restauradas aquí y aquí.
NOTA:
Cada vez que publicamos ejemplos de trabajos de este tipo, recibimos montones de mails y llamadas de gente que tiene lámparas como estas con algún desperfecto y quieren restaurarlas pero lamentablemente muchas de estos trabajos no podemos aceptar porque con este tipo de piezas es muy delicado hacer envíos.
El taller de El Trastolillo está en Cantabria.
Así que si tu lámpara está por los alrededores, y nos la quieres acercar, nos encantará devolverle toda su luz, pero si estás más lejos, el tema se complica 🙁