Ya he comentado por redes que estas semanas estoy inmersa en la restauración de dos lámparas de Tiffany preciosas que han sufrido sendos percances… ¡Pues una de ellas ya luce así de hermosa de nuevo!
Esta lámpara, que se había caído no una sino DOS veces, nos llegó en este estado:
En total unas 25 piezas casi destruidas que había que reemplazar de una en una.
Pero por suerte, pese a lo aparatoso de los desperfectos, la lámpara no había perdido su forma redonda. Es increíble lo resistentes que son estas piezas de cristal emplomado!
Primero hay que sacar plantillas de todas las piezas que hay que reemplazar y numerar todo bien (en las plantillas y en unas fotos de la propia lámpara para que luego el rompecabezas de volver a armar todo no sea extra-complicado.
Y luego, poco a poco, hay que ir retirando todos los vidrios dañados con unos alicates y mucha maña.
Primero los trozos grandes y cuando ya sólo quedan esquirlas de vidrio, pasamos a unas pinzas y un cepillo metálico hasta dejar la soldadura totalmente despejada.
Luego toca buscar el vidrio que mas se parezca al original y cortar las nuevas piezas.
Encontrar vidrios exactamente iguales cada vez me resulta más complicado porque somos un taller pequeñito sin un gran stock de vidrios, porque algunos fabricantes antiguos van desapareciendo o cambiando sus catálogos, otras son piezas tan antiguas que no existen vidrios iguales, otras veces son lámparas fabricadas en China y aquí es imposible encontrar esos vidrios.
En este caso se complicaba aún más la cosa porque esta lámpara vive en Sevilla y sus dueños han aprovechado una escapada de 4 días a Santander para traérmela al taller, así que no daba tiempo a hacer pedidos de material..
He tenido que hacer una reparación exprés con los materiales que tenía en el taller (hay algunas diferencias pero el resultado final es bueno).
Revisando el pié de la lámpara, que también me lo habían dejado en el taller, vi que el casquillo estaba un poco rajado (posiblemente en alguna de esas caídas), la lira que hace de soporte de la pantalla también estaba falta de un par de piezas de sujeción y tras solucionar eso y puestos en faena, ajusté bien el cableado que tenía unas uniones un poco antiguas.
Además, esta lámpara venía con un trabajillo extra…
La dueña, había intentado frenar la rotura de los cristales tras la caída aplicando una capa de resina vítrea, a brochazos, sobre toda la lámpara, incluidas las soldaduras.
Es comprensible y estoy muy a favor de intentar reparar las cosas tú mismo, pero en este caso, ese intento fallido ha añadido unas cuantas horas de trabajo a la reparación porque había que retirar esa capa para poder aplicar el soldador al metal. Y ya de paso, lo he retirado de los cristales que estaban bien porque, al estar un poco mal aplicada, habían quedado unas marcas muy feas que además se estaban manchando con los ácidos y el calor que se utiliza para soldar.
La mayoría de las piezas tenían formas geométricas lo cual ha hecho un poco más sencillo el trabajo.
Estoy contenta con el resultado aunque con un poco más de tiempo, podría haber mejorado alguna cosita más, pero se tenía que volver a Sevilla pronto 😉
Muchas gracias Lola por confiar en nosotros para recuperar tu lámpara y a tus hijas por hacerle un hueco en el asiento trasero en el viaje de ida y vuelta a Sevilla. Menudas campeonas!
🙂
Nuestro taller está en Cantabria.
Así que si tu lámpara está por los alrededores, y nos la quieres acercar, nos encantará devolverle toda su luz, pero si estás más lejos, el tema se complica 🙁
Hacer envíos de este tipo de piezas es muy delicado y bastante caro porque pesan mucho. Nosotros no nos hacemos cargo del envío pero si tu quieres, habla con nosotros para concertar una cita y te daremos la dirección para el envío.Tel. 696469869Mail: estudiomelange@gmail.com
