Pues… si, me he tomado el tiempo para hacer estos cálculos porque lo sumé todo el año pasado durante la feria de Navidad y las cifras me alucinaron incluso a mi. Así que me ha entrado la curiosidad por saber cuántas bolsas de plástico usadas he recuperado en estos años, y es una cifra que me hace sonreir y me hace recordar los inicios… y he pensado en contar la historia de cómo he llegado a reciclar más de 15.000 bolsas.
Todo empezó en 2009.
Yo estudiaba en una escuela de arte en Portugal y un proyecto para una clase consistía en crear una obra con materiales novedosos y explorar y documentar el proceso. Una amiga y yo nos pusimos a buscar info e inspiración y nos topamos con un par de imágenes de alguien que había hecho un estuche reciclando las bolsas en las que viene la leche en muchos países. Seguimos buscando info y no encontramos mucho más, sólo decía que era plástico fundido así que nos pusimos a experimentar a ver cómo conseguir crear un plástico nuevo y resistente con plástico usado.
De inicio se nos ocurrieron dos formas de fundir plástico, con una plancha y en el horno. Empezamos a probar con el horno porque no teníamos una plancha y… liamos una!! Menudo olor y humareda!!
Justo en el preciso momento que mi casero portugués venía a cobrar el mes… Hubo mucho que explicar, mucho que ventilar, mucho que limpiar y por suerte no hubo daños materiales. Por ahí no íbamos a llegar a ningún lado. Por suerte con la plancha parecía que íbamos mejor encaminadas.
Nosotras no teníamos bolsas de leche (que es un plástico más duro) así que nos pusimos a experimentar con bolsas de plástico de supermercados y del mercado de verduras y similar…
Invertimos muchas horas, pero en cuanto dimos con el proceso apropiado, pronto empezamos a conseguir un plástico utilizable. Digo utilizable porque no tenía nada que ver con el plástico que consigo ahora 😉
Y nada, presentamos nuestro proyecto (del que no puedo enseñar fotos porque perdí la tarjeta SD), nos pusieron una buenísima nota y el proceso ya se quedó conmigo hasta el día de hoy.
Con el tiempo descubrí que esta técnica de la termofusión de plástico usado se viene trabajando en Argentina desde hace bastantes años y hay muchas artesanas haciendo trabajos preciosos.
En aquella época yo ya era artesana pero trabajaba con vidrio (tiffany y vidrio pintado) así que esto del plástico se quedó como algo que hacía en mi tiempo libre, para hacerme cosas para mi y mis amigos…
En aquella época también vivía en Bilbao y no sé si sabéis que en cada comunidad autónoma hay un organismo que regula el tema de la artesanía y te otorga el carnet artesano que certifica que tus productos están realizados de manera artesanal y bla, bla, bla…
Pues resulta que en Vizcaya, sólo puedes estar inscrita en un oficio artesano y yo ya era vidriera así que, aunque me gustaba el tema del reciclaje, no le veía futuro laboral. Y demás, me encantaba trabajar con vidrio!!
Hice una pequeña colección de libretitas de plástico reciclado y durante el 2012 las llevé a un par de mercados donde me dejaron exponerlos a pesar de no ser mi oficio ‘legal’ y gustaron un montón!!
De hecho, es un diseño que me sigue acompañando hoy en día porque os encantan 🙂
La acogida fue genial y vi el interés de la gente en que fuera material reciclado y lo bien que me hacía sentir cada vez que explicaba que con cada libreta había rescatado unas 6 bolsas de plástico usadas.
Mas o menos por esa época, en un viaje a Francia, descubrí otro oficio artesano que me alucinó y sorprendió y me dije, eso tengo que probarlo porque no me lo creo.
Era la fabricación de muebles de cartón, a lo que yo inmediatamente añadí que sería cartón recuperado de envases y embalajes. Y me puse manos a la otra a aprender una nueva técnica y conocer un nuevo material… que el cartón parece simple pero tiene su miga!!
El caso es que me fascinó y tras varias pruebas y algún curso para mejorar la técnica y de pronto empecé a diseñar muebles de cartón. A esto se juntó que me acababa de trasladar a vivir a Cantabria y al inscribirme en el registro de artesanos de esta comunidad descubro que puedes tener varios oficios y me dije.. esta es la señal!
Y ahí comenzó todo de manera profesional. El el 2014 comencé compaginar el trabajo con cartón y con plástico reciclado y desde el año pasado ya sólo me dedico a mis diseños con plástico.
Así que nada, esta es mi historia y menuda chapa os he metido 😉