La semana pasada estuvimos la mar de entretenidos transformando un montón de muebles viejos en muebles actuales, funcionales y con personalidad.
Porque lo que para otros es basura, para nosotros es un mundo de posibilidades y unas cuantas horas de diversión. Por suerte, nuestra clienta opinaba igual 🙂
Resulta que Marta acababa de hacer obra en casa y de pronto, estos muebles ya no encajaban en la nueva decoración ni con cola, así que nos preguntó si le podíamos echar una mano y nosotros, encantados!!
Nos llevamos al taller una estantería de madera bastante estropeada por estar en la intemperie…
Marta nos contó que la iba a utilizar para colocar plantitas en el balcón así que nos decidimos por unas cuantas capas de esmalte con efecto hierro y así matamos dos pájaros de un tiro: protegemos la madera del agua que sin duda goteará al regar las plantas, y le damos un aspecto nuevo, moderno e industrial.
También hemos dado un lavado de cara a un par de sillas de pino que estaban en perfecto estado pero ya no pegaban ni con cola con los suelos y paredes tras la reforma. En esta ocasión nos decidimos por una pintura de un tono de gris similar a la greca del papel pintado de la pared, pero con un efecto envejecido que siempre le aporta carácter y personalidad a la pieza.
La pieza estrella del nuevo hall de Marta es este precioso mueble de madera maciza, muy muy viejito pero en perfectas condiciones para poder dar servicio un montón de años más.
Las paredes y puertas a su alrededor son muy blancas así que le hemos dado un tono de blanco un poco más tirando al crema para que destacara un poco y para hacer juego al marco de un espejo enorme que irá a su lado.
Hemos decorado el frente con montones de colores para que, al entrar, desde la cocina, el salon o viniendo por el pasillo, nada más verlo, te alegre el día 🙂
Todo el conjunto tiene un efecto envejecido que nos ayuda a destacar sus formas y sun marcas y arañazos fruto del paso del tiempo.
Y para acabar, nuestra clienta tenía un par de taburetes de cocina sosos y algo viejitos y hemos decidido darles un pequeño cambio aprovechando los restos de la pintura de la estantería, el esmalte con efecto hierro, y después hemos cosido unos cobertores de tela que se pueden poner y quitar fácilmente para poder lavar en caso de ser necesario (algo que estando en una cocina es muy provable que pase).
Y esto es todo!
Sólo nos queda recordarte que nos encantan estos encargos personalizados donde trabajamos codo con codo con el cliente para que quede todo exactamente como te lo había imaginado 🙂