Esta lámpara llegó a nuestro taller para ser restaurada y me decidí a ir sacando montones de fotos del proceso para poder mostrar cómo devolvemos la vida a estas lámparas de Tiffany 🙂
Hoy me voy a centrar en la reparación de varios cristales que se rompieron al caer la pantalla cuándo se desprendió el florón (la pieza metálica de arriba que sirve para unir la pantalla con el pié de la lámpara).
Para este tipo de averías yo propongo dos soluciones: Reemplazar la pieza rota o bien darle una capa de resina para que la rotura no vaya a más y para que la superficie quede lisa y no haya peligro de cortes al tocar la lámpara. Evidentemente, la opción de la resina es mucho más económica y la que eligen muchos clientes.
En este caso, estas dos piezas de vidrio estaban súper rotas, hasta faltan pequeños trocitos de vidrio (aunque alguno lo pudimos recuperar para llenar huecos).
No se aprecia muy bien en la fotos de la derecha, pero ya están las capas (en este caso han hecho falta varias capas para nivelar la superficie) de resina endurecida protegiendo el vidrio y dándole consistencia de nuevo.
Este es un proceso muy lento ya que hay que nivelar la lámpara cada vez que aplicas la resina en una pieza de vidrio, dejar secar 24h y volver a nivelar otra pieza rota, resina, dejar secar…. así con todos los vidrios que haya rotos.
Con la caída, además de romperse varios cristales, se debilitó la soldadura en algunas partes haciendo que se deformara la forma redonda de la pantalla. Devolverle la forma original es bastante complicado, pero reforzando todas las partes debilitadas, se recupera bastante además de devolverle consistencia al conjunto.
Y para acabar, una buena limpieza general con agua y jabón, una buena capa de barniz antioxidante para metales que dejamos actuar un par de horas y por último, frotar vigorosamente con un trapo para sacar todo el brillo posible y… ¡voilá!… lámpara restaurada y luciendo en todo su esplendor 🙂
Y tras tooooooodos estos pasos, logramos que esta lámpara de Tiffany volviera a dar esta luz tan hermosa 🙂
En total han sido más de 8 horas de trabajo con sus tiempos de secado entre medias, medio bote de limpiador de silicona, varios metros de cinta de cobre, 1/4 K de soldadura, ácidos, pátinas, resina, antioxidantes y demás líquidos que han sido imprescindibles en esta restauración… Casi ná 🙂
No olvides que puedes consultar la primera parte de esta restauración aquí.